martes, 1 de marzo de 2011

Hoy he pasado una situación un tanto.. incómoda. Desde hace tiempo vengo teniendo problemas con la tensión, me baja mucho muy de vez en cuando provocandome mareos, palidez, escalofrios por todo el cuerpo. Nada grave, algo a lo que mi cuerpo ya se ha acostumbrado y por lo tanto sabe cómo reaccionar. Esta mañana me pasó eso en la calle con mi madre y ella me recomendó que empiece a controlarme la tensión, asi que empezó por llevarme a una farmacia para que me medieran la tensión. Cuando llegué alli me quité la chaqueta, arremangué la manga derecha de mi jersey y le di mi brazo a la chica de la farmacia, pero ella con su autoridad me dijo que ese brazo no, que le diera el izquierdo. Literalmente, estuve a punto de coger mi chaqueta e irme de la farmacia, pero sin alterar mi expresión me arremangué la manga izquierda y le di mi brazo, con todas mis cicatrices expuestas. Todo tipo de cicatrices. Cicatrices con años de edad, cicatrices con solo dias de edad, cicatrices profundas, cicatrices cortas, largas, rojas, moradas, blancas... cicatrices. No me importaba su expresión ni lo que pudiera llegar a decirme, tampoco me importaban las de las personas de alrededor esperando a que les atendieran, yo solo tenia en mi mente a mi madre. Mi madre a mi lado, observando la situación, recordando y sientiendose culpable otra vez por ello. También pensaba en las cicatrices recientes, las nuevas que ella no habia visto, dando por hecho de que yo ya no me cortaba más desde hace unos meses. Salimos de la farmacia y no me dijo nada, simplemente empezó a hablarme de temas que nada tenian con ver con mis cicatrices. Se lo agredezco eternamente, sinceramente no habria sabido qué decirle.
Esta tarde noche me pasaré por vuestro blogs para ver como os ha ido, ya que no he estado por aqui durante una semana.