jueves, 31 de marzo de 2011




No importan las risas soltadas durante el día, o los momentos compartidos de alegria, al irse cada noche a la cama se da cuenta de que no hay forma de expulsar el dolor acumulado y de que ya es imposible que pueda haber alguien a su lado.
Los años sufridos y perdidos no vuelven a recuperarse...

Con ganas de encontrar alguna motivación