lunes, 24 de enero de 2011

Este fin de semana he estado fuera de mi casa y apenas he podido controlarme. Nada de ejercicio, ni controles de peso, ni pastillas ni agua, nada del contol de calorias. No lo estoy contando como si fuera un problema, porque no he descontrolado con la comida. Digamos que mis comidas y cenas fueron como las de una persona normal y esto me viene bien de vez en cuando para eliminar sospechas y cualquier tipo de comentario. Lo que voy a hacer esta semana para remediarlo es añadir 45 minutos más de ejercicio por dia.

Por otra parte, no logro bajar de los 53 kilos. Dia tras dia me peso y la báscula marca un par de décimas más, una décima menos pero no consigo ver el 52 en lugar del 53 y eso es algo que me frustra bastante. He llegado a emparanoiarme con la posilidad de que mi cuerpo ha llegado a un límite en el que ya no me permite bajar más de peso, de que mi propio cuerpo también se ha puesto en contra de esto, en mi contra. Intento luchar y deshacerme de esa idea, pero las paranoias que se forman en mi cabeza son cada vez mas fuertes a la vez que rídiculas, ilógicas, sin sentido. No logro ver las cosas con claridad y cuando alguna idea se forma en mi cabeza me perturba cada vez más y más y va tomando más forma. La semana que viene quiero estar en los 52, es otro pequeño reto que me acabo de proponer. Se que mi cuerpo no está en mi contra, por lo tanto, no hay motivo para no conseguirlo.